miércoles, 26 de febrero de 2014

ILHA GRANDE

Bahía de Ilha grande, Angra dos Reis , Rio de Janeiro
27/01/2014 



Varias razones personales hicieron que estas vacaciones 2014 fueran muy esperadas, disfrutadas, (e impensablemente costosas¡¡) una es que habian sido planeadas para diciembre, temporada baja y no para enero, pero al fin llegaron. El destino, Ilha grande una hermosa isla situada al Sur de Rio de Janeiro, separada unos km del continente. El acceso es por mar, ya sea desde Mangaritiba (mas cercana a Rio), Conceicao do Jacareí, o Angra dos reis. Nosotros, por haberse retrasado el vuelo 3 hs, perdimos el bus a Mangaratiba y por ende a la unica barca que sale a las 8hs de allí. Decidimos ir a Conceicao. Hay que decir que en temporada alta los omnibus Costa Verde que van a esos destinos de la costa: Paraty, Angra, etc.. van muy llenos y tuvimos que esperar 7 hs en la Rodoviaria hasta nuestro proximo omnibus disponible (cosa nada agradable ya que es horrible e inhóspita la terminal NovoRio). En Conceicao la posibilidad era ir en saveiro (barco) o en lancha que hace el viaje en 20' hasta la Ilha. Nosotros elejimos la segunda y no fue buena elección, ya que las olas golpeaban la embarcación violentamente por lo que estabamos aterradas (mi hija de 4 años y yo) esperando que el viaje en lancha terminara de una vez. Pasado el trance, llegamos a Vila de Abraao, la poblacion más grande de la isla, y localizamos la pousada Mata Nativa, a unas 6 cuadras del muelle. La primera recomendación es llevar mochila o poco equipaje ya que en la isla no circulan vehículos, salvo alguna ambulancia, o cuatriciclo de la policia. Hay algunos carritos (a tracción humana) multicarga que circulan llevando cervezas, mercaderías etc. Nosotros por suerte llevabamos el cochecito de la nena, que fue desalojada, para llevar bultos más pesados. La pousada, muy agradable, está en medio de plantas tropicales y vegetación selvática, tiene una pequeña piscina y algunos juegos para niños. Las cabañas se veian muy confortables, pero nosotros teniamos reservado un cuarto, bastante pequeño, pero con lo necesario. Lo primero fue buscar algun restaurante y enseguida nos sentamos en el cercano "O rei dos caldos" a comer filet de pescado con el clásico acompañamiento de arroz, feijao y ensalada. Luego fuimos a "saludar" el mar que estaba muy calmo y llenisimo de embarcaciones de todo tamaño. La Vila tiene en la playa una fila de "amendoeiras", árboles de grandes hojas bajo las cuales se puede tomar algo mirando el mar. Al fin pudimos descansar de las casi 24 horas que duró el viaje desde casa hasta este lugar, tomando una cerveza y mirando el paisaje de morro verde y mar, y un gran crucero fondeado en la bahía.

Playa de Abraao.